Formado en Ciencias Políticas, después de viajar a pie por América Latina el destino lo guió hasta Yala, en Jujuy. Allí, en 2010 fundó Bioconexión, una organización dedicada a amplificar el rol de los pequeños productores y la revalorización de los lazos con la naturaleza que nos rodea. Su trabajo trajo prosperidad y confianza a las comunidades locales, e introdujo en la gastronomía argentina hierbas, harinas, papas, maíces y yuyos silvestres, como parte de “nuevo” patrimonio culinario nacional.
En 2017, Bioconexión fue elegida como una de las 17 innovaciones empresariales premiadas por la plataforma AIM2 Flourish por su aporte a los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Gerardi es, además, parte de la sede Argentina de Guardianes de Semillas, una red global que busca la democratización del acceso a las semillas nativas. Cuya misión es promover la integridad del cultivo de manera que se puedan generar acciones necesarias para poder mitigar el cambio climático. Paralelamente trabaja junto a Tato Giovannoni en el Departamento de Investigación y Research de productos de Mitre Fortín.
Desde su perspectiva, su rol es invitar a mirar a los productores de alimentos de una manera distinta. Para él, no hay alimento sin gente, no hay un mundo mejor sin valorar el trabajo, los sentires y los saberes de aquellos responsables detrás de cada cultivo.